Dornbracht: griferías de lujo

Hace más de 60 años, Aloys F. Dornbracht creó una pequeña empresa junto a su hijo Helmut. Tarde tras tarde, en las horas libres que tenían tras salir de las fábricas en las que trabajaban todo el día, padre e hijo se pasaban las horas creando la que sería la primera patente de Dornbracht: una grifería novedosa en el mercado que contaba con un caño de salida extraíble.

Una vez que tuvo lista su creación, Aloys F. Dornbracht marchó desde su ciudad natal (Iserlohn) hasta Colonia, para visitar a los comerciantes de la región y venderles su producto. Con el paso del tiempo, la pequeña empresa de Aloys producía 40.000 unidades al mes de este primer grifo patentado. Hoy día son los nietos de Aloys, e hijos de Helmut, los que están al frente de la empresa. Andreas y Matthias Dornbracht comandan una empresa mediana pero situada a la vanguardia del mercado de las griferías de primera calidad.

El éxito internacional de esta mediana empresa se debe sobre todo a los controles de calidad que exigen en todo el proceso de producción de los productos. Según la propia empresa, los pilares en los que se sustenta son los siguientes:

- Valorar el mérito personal de cada uno de sus empleados.

- Reducir la complejidad de los procesos.

- Conseguir la mayor transparencia posible en el trato con los proveedores y otros socios.

Precisamente estos fundamentos tuvieron algunos problemas de aceptación al principio, ya que los empleados y proveedores no estaban acostumbrados a trabajar bajo su propia responsabilidad. Hoy en día, la transparencia del concepto modular da lugar a una interacción totalmente nueva en la cual se genera un importante aprecio mutuo. Y como afirma Matthias Dornbracht, codirector actual de la empresa, “este aprecio se expresa en los productos con sus reconocidas características exclusivas.”