
La curiosa historia de Lladró: Los nuevos caminos
Esta década (Años 2000) está marcada por la apuesta de Lladró por nuevas líneas en la decoración del hogar con piezas que aúnan belleza y funcionalidad.
Así, Lladró se afianza en el sector de la iluminación y se introduce en los ámbitos del baño con la línea Lladró Bath, en el del Arte de la Mesa, con Naturofantastic, o en el de las fragancias para el hogar con la colección Lladró Fragrances.
Asimismo, Lladró promueve en 2005 el proyecto Re-Cyclos, en el cual importantes diseñadores crean nuevos objetos a partir de piezas clásicas de la marca.
Es también el momento de emprender nuevos caminos estéticos que conviven con sus clásicos. Son los esenciales de Lladró, esculturas de líneas más sintéticas y acabado mate, dotadas de un marcado simbolismo y en las que el uso de la porcelana mate decorada en su mayor parte en blanco agudiza la fuerza del modelado.
En su primera edición el equipo creativo CuldeSac elaboró originales coronas y geodas a partir de ornamentos navideños mientras que Bodo Sperlein creó complementos de joyería y decoración en Lladró Re-Cyclos Magical. Por otra parte, desde 2006 la empresa ha contado con la colaboración del reconocido diseñador Jaime Hayon, que crea para la marca la colección The Fantasy.
Fruto del constante deseo de llevar al límite todas las posibilidades expresivas de la porcelana en su colección de Alta Porcelana, la máxima categoría artística de la marca.
Dentro de la misma, en 2006 nace la monumental escultura La reina del Nilo, que con sus más de 160 centímetros de largo es la mayor pieza jamás salida de un taller de porcelana.
A ella le siguen otras esculturas en la misma línea, algunas de ellas inspiradas en iconos de otras culturas, como los Ganeshas hindúes o las Hina Dolls japonesas, que demuestran cómo Lladró ha sabido abordar las diferentes sensibilidades de personas de los cinco continentes.